Cuando somos padres, se nos pasa por la cabeza un sinfín de cuestiones, y abordarlas todas sinceramente, no acabaríamos nunca. Pero sí expresarte, que la que sea, bienvenida!Ya tienes un punto de partida, y algo que aprender.
Vamos a ir o lo realmente importante y significativo:
-Ser los mejores padres.
-No hacer o repetir, lo que hicieron con nosotros, nuestros padres.
-La educación para nuestros hijos.
Todo esto es realmente subjetivo. Va a depender mucho, de lo que hemos heredado, de nuestra personalidad, de lo interpretado y por supuesto, lo vivido.
Ser los mejores padres, sí suena bien, y está bien. ¿Pero qué es ser el mejor padre o madre, o ser un buen padre o madre? En el intento de llegar a esa meta, a esa idea, a esa expectativa, nos vamos a encontrar con diversas dificultades, que no va a dar el valor real de nuestras acciones, y mucho menos, el amor que tenemos hacia nuestros hijos e hijas.
Contra más nos acerquemos a esa meta, mejores padres nos sentiremos, contra menos nos acerquemos, más nos exigiremos comportarnos o tomar esas acciones, que creemos que nos aportan ese valor.
El enfoque correcto es poder ver qué me impide emocionalmente, aportar o llegar a ese objetivo. Y aquí hay un mar abierto.
Exigirnos o esforzarnos en no hacer lo que hicieron con nosotros, supone rechazar nuestro pasado, y, por lo tanto, una gran oportunidad de entender cómo nos hemos sentido con el impacto de esas acciones. Muchas veces, lo que hacemos es totalmente lo contrario, es decir, pasar de un extremo a otro.
Recuerda, no podemos borrar nuestro pasado, pero sí aprender de él, desde él, no desde querer cambiarlo, esquivándolo.
La educación es algo muy importante en la vida de nuestros hijos, y sí, también tener claro hacia donde ir. Pero volvemos al mismo punto de partida, si nos hacemos expectativas o la idea de cómo tiene que ser todo lo relacionado a nuestros hijos, sin tenerlos a ellos en cuenta, y mucho menos a nosotros, estaremos constantemente en una lucha.
Empujo en cómo tienen que ser las cosas, y rechazo mi realidad interior.
Es muy necesario trabajar nuestro pasado, para que podamos realmente aprender y crecer como personas al lado de nuestros hijos, sin control, exigencia y culpa.
Entender cómo funcionamos, qué hemos sentido y necesitado en aquellos momentos de impacto para nosotros, es tener la oportunidad de aprender y nutrirnos de ello.
¡Esto es posible a la gestión emocional!